ENVIADOS CON PODER Y AMOR
En Lucas 9, 1-6, Jesús reúne a sus discípulos, les da poder y autoridad, y los envía a predicar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Es una escena poderosa: hombres comunes, con errores y temores, reciben la misión más grande del universo. No van con riquezas, ni discursos preparados, ni seguridades humanas. Van con lo esencial: la confianza en el poder de Dios y la certeza de que no están solos. Este envío no es solo una historia antigua, es una llamada viva que nos recuerda que Dios cree en nosotros y nos quiere instrumentos de su amor, aún con nuestras fragilidades.
La Palabra que Sigue Caminando Hoy
Hoy en día, esa misma Palabra de Jesús sigue caminando por calles, campos, ciudades y redes sociales. Se manifiesta en quienes defienden la vida, en los que consuelan al que sufre, en los que no se quedan callados ante la injusticia. Aunque parezca que el ruido del mundo ahoga el mensaje del Evangelio, hay miles de testigos silenciosos que con sus acciones gritan esperanza. Esa autoridad que Jesús dio a los Doce, sigue viva en cada corazón dispuesto a amar con verdad y a actuar con fe.