Jesús enseña que un árbol se conoce por su fruto, y una persona buena produce bien desde su corazón, mientras la mala produce mal. Critica llamar "Señor" sin obedecer, comparando al que escucha y actúa con un constructor sobre roca firme, resistente a inundaciones, y al que no actúa con uno sobre arena que colapsa. El sentido es que las acciones revelan el interior, y la obediencia a la palabra de Dios asegura estabilidad ante las pruebas.

Construir sobre la Roca

La espiritualidad aquí se enfoca en la integridad interior, donde el corazón lleno de bondad genera frutos evangélicos, y la obediencia activa fortalece la fe como una casa sobre roca. Invita a una vida coherente entre palabras y obras, cultivando una relación profunda con Cristo que resiste las tormentas espirituales.